Como gotas de agua.

Llevamos días en casa, días sin salir más que para lo estrictamente necesario, días confinados y esto me evoca muchas reflexiones. Hoy quiero compartir con vosotros una de ellas, en concreto, la que da título a este post. Estamos muy cerca de algunos y muy lejos de otros y esto nos está haciendo crecer mucho como personas y como familias. Habrá gente que viva sola en casa, habrá familias grandes, pequeñas, parejas sin hijos, con hijos, con mascotas o sin ellas, pero cada uno de ellos, cada una de estas personas está aprendiendo. Y es que estar así, como he dicho, nos está haciendo a prender a valorar mucho más a los que tenemos tanto cerca, como lejos. A los que tenemos cerca porque los estamos viendo al 100%, esas madres que no descansan, que después de tender dos lavadoras se ponen a hacer la comida, a arreglar el sofá que han destrozado los hijos y a hacer todas las cosas que conlleva una casa repleta de gente; a esos padres que se desviven por ayudar en

¡Y comienza otra semana! Quién nos diría que vamos a comenzar ya la cuarta semana de cuarentena. Y es que estas tres semanas atrás se han pasado entre rápido y a cámara lenta. Y os preguntaréis, ¿cómo puede ser eso? Muy sencillo, por momentos no me da la vida, me sumerjo en el trabajo de llevar la casa, los niños, recoger, hacer comidas, poner lavadoras, y pasa todo muy rápido, me falta tiempo para hacer todo esto porque en las ocasiones en las que parece que estuviera pasando todo a cámara lenta son en las que me encuentro más cansada, en la que los niños no tienen sus mejores momentos de la cuarentena o, simplemente no tengo ganas de hacer nada. Pero no os penséis que esto es algo malo ni bueno, es lo normal, a fin de cuentas no dejamos de estar en casa metidos, unos en unas más grande y con jardín o terraza, otros en otras más pequeñas solo con ventanas, pero cada uno a su manera.  Pero en este tiempo también estamos viviendo grandes logros, Jimena ha probado la

Eran días duros para muchos, se vivía un momento insólito en las vidas de cada persona. Algunos tenían que salir a trabajar y darlo todo aún poniendo en peligro la su integridad y la de sus familias, otros se quedaban en casa y ponían su granito de arena, el pueblo se había unido a una sola voz para combatir al malvado que venía. No tenían espadas, no tenían pistolas, era un malvado sigiloso que no llamaba a la puerta, sino que se colaba por las rendijas, que entraba sin avisar en tu vida y sin darte cuenta, te la arrebataba. Pero esto no nos hacía perder la fe, luchaban nuestros mejores héroes, nuestros mejores soldados de batalla, aun sabiendo que no contaban con su armadura ellos salían a la calle a combatir, a derrotar al malo. Pero no solo ellos combatían, otros muchos ayudaban, había algunos que cada mañana se levantaban y se jugaban la vida para que pudiéramos comer los que estábamos en casa poniendo nuestro granito de arena a nuestra manera, de la manera que nos hab

Hacía tiempo que tenía escrito el post sobre la vuelta y sabía que quería volver, pero no encontraba temas sobre los que escribir. He de reconocer que últimamente ando poco inspirada y muy saturada mentalmente ─es lo que ocurre en las familias, una acaba agotada, ya que los pequeños son muy pequeños y necesitan nuestra atención─ y si a esto sumas que nos encontramos en el día 10 de confinamiento y que no podemos salir a la calle... apaga y vámonos. En estos momentos intentamos agudizar el ingenio y buscar maneras para distraerlos pero pasa una cosa, veo tantas cosas que hacen otras familias por instagram o las mil ideas que nos han mandado a todos durante estos días para hacer con los niños que, por momentos, me desmorono cuando veo que nada de eso se puede llevar a cabo con normalidad en esta casa. ¿Qué normalidad o que orden o actividad voy a realizar con dos niños de dos años que su atención aún es muy corta? Pues poco podemos hacer, intentamos sobrevivir inventando algo cad

Dicen que a la tercera va la vencida. Me vuelvo a presentar por tercera vez y, nunca creí que el nombre de este blog me viniera tan al caso. Han pasado siete años desde que escribí mi primera publicación con 19 años. Al tiempo me tomé un descanso por razones personales y volví a comenzar pero entre la universidad, el trabajo y lo que me deparaba la vida lo fui abandonando, así que me encuentro ante el tercer intento, la tercera vez que me presento. Para los que no me conocen, mi nombre es Andrea y siempre me ha encantado escribir. Desde niña ya escribía poesías, cuentos y toda clase de historias. Mis estudios versan sobre la lengua, por lo que la escritura se ve muy reflejada en ellos, pero, como gotas de agua era mi forma de expresar mi pequeño mundo, mis pensamientos, actitudes, novedades, pequeños escritos… El escape de mi imaginación, el escape de mis dedos al escribir, el escape de mi mente fluyendo. Que nombre tan curioso: como gotas de agua. En el primer post mencio

« El hombre bueno es el héroe de los hecho cotidianos »  José Narosky. Canción de la semana es Todo va a cambiar de Niños Mutantes, sed felices y buenos para ser los héroes de vuestra vida y de las de vuestro alrededor. Follow me on: @ComoGotasDAgua